En  su reciente articulo  “Urge impulsar una solución para Palestina publicado el pasado día 12  de marzo en el diario El País, Javier Solana y Marwan Muasher, proponen recetas para la solución del Conflicto Palestino-Israelí a la luz  de los cambios revolucionarios en el mundo árabe.

Los autores parten de la hipótesis de la urgente necesidad de EEUU y Israel, de poner fin al conflicto ahora más que nunca, después de   que en Egipto y Túnez  hayan sido derrocados sus respectivos dictadores  y en  otros países árabes sus pueblos claman por el cambio político  y se manifiestan en las calles para avanzar hacia una  democracia real.

La cruda realidad es que a  EEUU nunca le ha importado demasiado que tanto en el Magreb como en Medio Oriente hubiera sistemas democráticos de gobierno, sino todo lo contrario, La historia de las relaciones EEUU-UE con el Magreb y los países del golfo Pérsico así lo atestigua.

Su intereses primordiales en la región, ha sido por encima de cualquier otro, conquistar los mercados  del petróleo y materias primas a cualquier precio  derivado de sus necesidades energéticas y de expansión y de mantener una hegemonía en la zona, sin detenerse a analizar cuál era el estado de las libertades y la necesidad de  igualdad de oportunidades para los  pueblos de la zona.

Su dificultad, hoy  en la conquista  y control  de países y las materias primas  en Asia central, por el dominio de Rusia y China en la región, hace que los intereses  energéticos americanos y de la UE se concentren en los países del Golfo  Pérsico y del Magreb.

En este contexto se comprende  la  1º Guerra del Golfo en 1991 desencadenada por la invasión de Irak a Kuwait; la posterior  intervención junto con la OTAN en Afganistán e Irak (1993); y finalmente así se entiende la defensa  a ultranza  de los principales  dictadores del Golfo Pérsico, cuyo principal socio es la dinastía real de Arabia Saudí,  país que posee las reservas del 25% del petróleo mundial y el reguero de dudas hasta último minuto para detener la masacre de Gadafi a su pueblo.

Sres. Solana y Muasher: Ni Israel ni EEUU están dispuestos a revisar su estrategia  conjunta para una solución pacífica y negociada para Palestina, porque siempre ambos han actuado en connivencia para que la  ocupación y colonización  de Palestina  no se detenga y Palestina  sea propiedad  no declarada del Estado de Israel.

El gobierno Israelí y  parte importante de su sociedad están enquistados en  la idea territorial mesiánica, de que Palestina es suya por derecho histórico-religioso que data desde hace más de 2.000 años avalada hoy un implacable régimen de ocupación, aunque el sector de la población que piensa que hay que llegar a un acuerdo de paz con devolución de los territorios ocupados  a las fronteras de 1967 .

El actual estado de apartheid decretado por Israel  con los bantustanes palestinos sitiados, las carreteras étnicas,  los check-points, el muro de separación,  han provocado hasta hoy la inmovilidad , la postergación y la humillación haciendo de  sus vidas un infierno.

La separación entre Cisjordania y Gaza favorece al ocupante,  porque aplica condiciones de humillación y sufrimiento carcelario en su propia tierra, que muestran de forma implacable el nacionalismo racista y criminal del Gobierno Israelí.

Por eso Sres. Solana y Marwan Muasher No es hora de dar consejos a Israel y EEUU para   que reaccionen  y atenúen sus posturas enmascarando sus intereses reales ante los temores a los cambios democráticos en el mundo árabe incluida Palestina.

No es hora tampoco Sr. Solana y Marwan Muasher  de preocuparnos de la mala imagen que tienen estos aliados indisolubles, como únicos garantes para resolver el conflicto.

Frente al avance de los levantamientos en el mundo árabe, lo que hay que dejar en claro, es que estos movimientos no sólo buscan la democracia que  goza Occidente, sino también que no van a olvidar fácilmente el apoyo americano hasta el presente a los dictadores árabes  ni tampoco consentir ni un segundo más de formas pasiva la ocupación israelí en Palestina.

Es probable que estos movimientos de libertad en el mundo árabe terminen afectando a la dictadura religiosa de Hamas  en Gaza y a  la plutocracia de la ANP(Autoridad Nacional Palestina), quién rápidamente -ante dichos movimientos- decida plantear elecciones libres en Cisjordania para septiembre de 2011.

El miedo a la democracia tanto de Hamas como de la ANP se ha visto reflejadas en la represión ejercidas en Cisjordania y Gaza, cuyos lemas eran “democracia y unidad palestina contra la ocupación”.

Estados Unidos ya no es interlocutor válido en Oriente Medio para solucionar el conflicto, como consecuencia del descrédito por su continuo  apoyo a Israel, a su política de colonización y de consentimiento pasivo ante la suspensión de las negociaciones.

No sólo el Occidente democrático  puede impulsar un proceso de paz, es  su deber y que debe contribuir a ello con lo más destacado de su inteligencia  compartida y sus organizaciones comprometidas con la paz.

Los mejores socios de Occidente para este proceso serán  las autenticas democracias que puedan emerger en Oriente Medio, fruto de estos cambios en el mundo árabe,  incluidas las ansias de libertad y democracia de la población palestina en los territorios ocupados.

Sr. Javier  Solana yMarwan Muasher no es que la Hoja de Ruta quede obsoleta o sea anticuada, sino que estaba condenada al fracaso desde el comienzo,como Vd. bien sabe Sr. Solana., prueba de ello es la nefasta gestión del enviado del Cuarteto  Sr. Blair

Reinventar Oriente Medio  para la paz no lo va a hacer solo  Occidente, aunque muchas de sus organizaciones  de la sociedad civil puedan ayudar al proceso de paz palestino-israelí.  No tenemos que esperar 20 años más de conversaciones infructuosas, que son una  mera  puesta en escena para alargar el conflicto sine die . No podemos pensar que, solamente  cuando se instale la democracia  en todo Oriente Medio  habrá llegado el momento  para  un Estado  palestino libre e independiente

Cuando la solución de los dos estados se está agotando como Vd. señala  una política adecuada ya no es  que se sienten las dos partes  en forma bilateral  con EEUU como mediador “imparcial”.

Vd. Bien sabe que cuando una de las partes no quiere negociar,  aunque  proclamen lo contrario, solo cabe la exigencia,  las sanciones  y el Boycott de la Comunidad Internacional  como ocurrió en la  Sudafrica del Apartheid.