Ha habido pocos ingleses en la historia de los siglos XIX y XX que comprendieran como lo hicieron el Gral. Gordon en Sudán y T.E.Lawrence, más conocido como Lawrence de Arabia, en la región de la gran Península Arábiga, las reales necesidades que tenían los pueblos de los desiertos africanos y de Oriente Próximo. A menudo enfrentados no solamente con sus mandos, sino con las más altas esferas políticas de Londres, en las cuales, en ambas situaciones referidas, no se entendía en el “Estableshiment Británico” cómo podía ser derrotado un ejército inglés, o mejor dicho: cómo podían tribus semi-bárbaras atreverse a desafiar al Gran Imperio Británico.

La noticia de hoy, de que el Cuarteto de Madrid nombraría a Tony Blair como un “nuevo emisario” con la misión de mediar en Oriente Próximo, nos hace reaccionar con firmeza desde esta Plataforma de Madrid, ya que no es un buen augurio para los más indefensos de este gravísimo Conflicto, o sea: el pueblo Palestino.

El Reino Unido no está en posición de “ventaja moral”, más bien lo contrario, fundado ello en su actuación en Irak que como siempre reaccionó al unísono con su “primo hermano” los Estados Unidos, y no dieron tiempo para que se realizaran las nuevas Inspecciones de parte de los enviados de Naciones Unidas en busca de “armas de destrucción masiva”, que finalmente estaban únicamente en las mentes de Bush y Blair, a las cuales se le sumó también otro iluminado como Aznar.

Para que nos entiendan la gran cantidad de seguidores de nuestra Plataforma: nombrar a Blair es igual que nombrar a Bush, o por qué no a Aznar.
Ninguno de ellos tiene la independencia de criterio, la tranquilidad y libertad de consciencia ni los antecedentes éticos ni morales como para mediar en un Conflicto, sea el de Oriente Próximo o en cualquier otro rincón del Planeta, por la sencilla razón de que son seguidores de la guerra, o mejor dicho, defensores de la tan “bien acogida guerra preventiva”.

En particular, en este momento en el que Oriente Próximo está poniendo a prueba el dichoso enfrentamiento o no de las Civilizaciones, en un momento en el cual se puede llegar a radicalizar aún más cualquier grupo de islamistas pacíficos que ven cómo son olvidados e incluso menospreciados, boicoteados y asediados, y convertir la región –a gusto de algunos- en un “foco de terrorismo islámico fundamentalista”, lo que en realidad dista mucho de lo que esos pueblos pobres e indefensos son de verdad en su gran mayoría. La cuestión no es lo que el “Primer Mundo” y sus principales líderes políticos quieran ver, sino si lo que ven es una visión completamente distorsionada de la realidad, a la cual, Israel tiene mucho que decir por su afán en buscar fantasmas en dónde no los hay.

Que hay grupos de fundamentalistas y antidemócratas y también fanáticos: es verdad. Pero también ha ocurrido y ocurre en muchos países y no por eso se ha tildado de terroristas a la mayoría de sus habitantes.

Este presunto nombramiento pone de manifiesto que en el “Tablero del Ajedrez Mundial”, todos somos peones y los que tienen el Rey, Reina, alfiles, torres y caballos, son siempre los mismos. Pero lo que es peor aún, dictan las reglas de cómo mover las piezas, cuándo hacerlo y dónde. Es un mundo absolutamente asimétrico, lo que genera injusticia y miseria, muerte y desesperación de los más desposeídos del mundo, y se ceba fundamentalmente con los niños, mujeres y ancianos.

El Cuarteto de Madrid ha brillado por su inoperancia, por su silencio y falta de reflejos. La UE podría haber hecho algo en estos momentos, nombrando a un miembro destacado de su entorno político, comprometidos con una Paz justa y duradera .

Tampoco se escucha la voz de Naciones Unidas, y debe oirse fuerte y claro. Por qué no envía Naciones Unidas a un hombre de la talla de Nelson Mandela, por ejemplo, porque quién podrá dudar de su condición de pacifista, anti-imperialista y de algún modo, hermano de sangre de los oprimidos Palestinos. Sería una personalidad a la cual Israel ni Estados Unidos opondrían resistencia

El tiempo se está acabando y la Comunidad Internacional no lo asume, y piensa que si hoy Blair, y mañana otra vez la Liga Árabe con una Conferencia, y pasado una nueva iniciativa de Conferencia Internacional, por qué no nuevamente en Madrid, algún día se solucionará por fin el Conflicto. Es como si dijésemos: saben dónde está Siberia, y todo el mundo contesta que sí, pero nadie quiere ir.

De igual modo, todos creen que con estos atisbos de arreglos el Conflicto de Oriente Próximo sigue su curso, pero como pasa con Siberia, NADIE LO QUIERE RESOLVER