Mientras la UE celebra en Berlín por todo lo alto los 50 años del Tratado de Roma, que simboliza el período de Paz, Democracia, crecimiento económico más prolongado de su historia y con el intento de la construcción de un YO colectivo Europeo, aunque, con muchas contradicciones internas constituyendo un ejemplo para otras sociedades, Medio Oriente se desangra en enfrentamientos y conflictos aparentemente irresolubles.

Obviamente no podemos ser ingenuos en pensar que los logros Europa han surgido de la voluntad espontánea de unos cuantos dirigentes Europeos, si no que fue el resultado de una toma de conciencia colectiva que hizo su erupción última a consecuencia las ya conocidas secuelas de la II Guerra Mundial.

Una de las conclusiones de este proyecto Europeo que originariamente tendió hacia la unidad económica con el compromiso de seis países fue, que se deponían definitivamente las armas como medio para resolver los conflictos entre Naciones y/o Sociedades.

Berlín celebra el 50 aniversario de la firma del tratado de Roma .

Mientras las tropas de ocupación y la «guerra civil» continua en Irak, las amenazas prebélicas de un posible ataque a Irán colman los titulares de los medios de comunicación en todo el mundo.

Al mismo tiempo que Irán, lanza una maniobra hacia delante en esta escalada y captura 15 soldados británicos que navegaban en aguas del golfo de Arabia, se profundiza la crisis de enfrentamiento.
El Consejo de Seguridad de la ONU hace un llamamiento a Irán para que cese en su programa de enriquecimiento de Uranio, prolongando el bloqueo económico, y dando una prórroga de 60 días, poniendo una fecha límite a aquella petición.
En caso de no cumplirse, y dada las últimas declaraciones del Gobierno Iraní parece que no se cumplirán, nadie aventura que sucederá a partir de entonces, temiéndose un eventual ataque, lo que profundizaría el enfrentamiento, ya no solo con Irán sino con el mundo Musulmán.
Mientras el conflicto norirlandés a último momento se resuelve favorablemente, sentando en la misma mesa gubernamental a Unionistas y Republicanos, y salvando las distancias, el conflicto Palestino-Israelí entra en una batalla diplomática de una intensidad significativa y crucial .

La batalla diplomática en Oriente Próximo se intensifica con varios hechos fundamentales:

1. La ONU ha condenado a Israel por sostener en los territorios palestinos ocupados un régimen de apartheid.

2. Los movimientos del Cuarteto de Madrid con los viajes a la zona de: Condoleezza Rice, Ángela Merkel .

3. La próxima reunión que se celebrara en Riad en esta semana entrante, cuyo punto central es la ratificación y relanzamiento del Plan de Paz de Beirut para el conflicto Palestino-Israelí de 2002, que Israel rechazo en su momento y que actualmente estaría dispuesto a considerar según la ministra de Relaciones Exteriores Tzipi Livni pero con modificaciones en relación especial al retorno de los refugiados Palestinos.

Hay que destacar que la Liga Árabe según las últimas informaciones no va a modificar en un ápice el Plan de Paz Saudí y tratará de que el Cuarteto de Madrid: EEUU, UE, Rusia y ONU respalden dicha propuesta como base inicial para la negociación.

Es evidentemente claro que lo que tiene que hacer el Cuarteto es presionar a Israel para que acepte dicho plan, si realmente tiene un interés serio y decidido en finalizar el conflicto. Lo que no se puede hacer, es marear la perdiz, diciendo que se quiere la Paz y planteando condiciones a priori para finalmente, no negociar nada.

Lo que no esta dispuesto a hacer el Cuarteto frente a Israel lo tendrá que hacer Condoleezza Rice en sus múltiples entrevistas con Olmert.

Lo que deberá hacer el Cuarteto y la Liga Árabe es sentarse con Hamas y exigirle que reconozca a Israel como base para que no fracase el Plan Saudí.

No pretenderá el Cuarteto o la Liga Árabe negociar solo con M. Abbas y no escuchar ni intentar ningún tipo de acercamiento con Hamas, precisamente cuando se observa un perfil bajo y un lenguaje que apuntala una tímida evolución hacia la moderación .

Si el señor Olmert no esta dispuesto a escuchar ninguna propuesta en los momentos más bajos de su popularidad, con una debilidad estrepitosa de su Gobierno ante su pueblo, y después de haber llevado a su país a la reciente guerra y masacre «colateral» en el Líbano con los resultados ya conocidos, que se marche y convoque elecciones anticipadas .

Las Organizaciones civiles Palestinos-Israelíes y los movimientos Palestinos e Israelíes , la comunidad Internacional que luchan por la Paz y por la reconciliación de los pueblos, deben apoyar y manifestarse manteniendo una posición clara y firme sobre esta iniciativa Saudí, como un nuevo intento serio de negociación.

La Cumbre de la Liga Árabe en Riad se ha pronunciado claramente extendiendo su mano al Gobierno y al Pueblo Israelí a favor de un acuerdo de paz negociado ya propuesto en la reunión de Beirut de 2002, y que consiste básicamente en:

1. Reconocimiento del Estado de Israel, por todos los países Árabes.
2. Devolución de los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967.
3. Fijación de fronteras estables y definitivas.
4. Capitalidad de Jerusalén en el nuevo Estado palestino.
5. Negociación sobre el retorno de los refugiados palestinos.

En esta reunión el Rey Abdullah de Árabia Saudita planteo que si Israel no acepta el acuerdo, eso será motivo de una nueva escalada en la región, lo que significa nuevas enfrentamientos.
El presidente de la Autoridad Nacional Palestina, M.Abbas ha declarado los acuerdos del plan Saudí son una oportunidad histórica para que Israel pueda vivir en coexistencia en un mar de Paz con sus vecinos .

Abbas expreso si Israel no acepta este plan es que» no quiere la Paz».

El presidente Olmert y la Administración americana pretenden llevar a cabo una reunión con algunos países árabes e Israel afines a su política en el conflicto, con el objetivo de contrarestar la alta presión y el momento crucial que puede surgir como consecuencia de los acuerdos del Plan Saudí de Paz.

Esta reunión a diferencia de la reunión de la Liga Árabe en Jartum 1967, en el cual se planteaba: La no negociación, El no reconocimiento de Israel y el no a la Paz dista en profundidad de la actual propuesta y de la situación actual del conflicto.

La presencia de manifestantes israelíes enarbolando banderas israelíes y de diferentes países árabes a favor de que Israel acepte el plan saudí de Paz marca un punto de inflexión y de voluntades que expresan la disidencia con la equivocada política oficial del señor Olmert y su gabinete.

Las miopía política del ejecutivo Israelí, basadas en ideas paranoides de una mentalidad diaspórica, «ghettica» y militarista refuerzan nuevamente la negación y la gravedad de la situación actual del conflicto, perdiendo así una oportunidad histórica única para alcanzar la paz, postergando la ilusión y el deseo mayoritario de ambos pueblos .

Las últimas noticias recibidas hoy 30 de Marzo abren una puerta a la esperanza:

El primer ministro Ehud Olmert estaría dispuesto a participar en una Conferencia Regional que facilitaría la negociación entre Palestinos e Israelíes, asimismo destaco la importancia de la Conferencia realizada en Riad y mostró compresión por una las peticiones más importantes realizadas en la cumbre: Devolución de los territorios palestinos ocupados por Israel en 1967, respecto al regreso los refugiados palestinos fue tajante:»Nunca aceptaré una solución que esté basada en su regreso a Israel. Está fuera de discusión.»

Estas declaraciones impulsadas el Jueves 30 de Marzo por las manifestaciones realizadas por el Ministro de Defensa Israelí, Amir Peretz, mostrando su satisfacción por el consenso producido en Riad a fin de de una solución pacífica del conflicto y la normalización de las relaciones con Israel, desbloquea el «status quo»vigente durante tanto tiempo, donde una postura hacia «oídos sordos a la otra» y donde la razón y el sentido común brillaban por su ausencia.

Asimismo la llamada realizada por Shimon Peres Viceprimer Ministro del ejecutivo Israelí, para» que se sienten en una común árabes e Israelíes y puedan conseguir un acuerdo hemos hecho con Egipto y Jordania , y de «empezar a negociar lugar de hacer anuncios», nos hacen sentirnos hoy, moderadamente optimistas.
Los palestinos y los Israelíes tienen la palabra.